Trabajos que puedes realizar desde casa

El mundo está cambiando y las formas de trabajar cambian con él. Ya no es imprescindible acudir a una oficina, sino que cada vez son más los trabajos que puedes realizar desde la comodidad de tu casa. En este post te damos algunas ideas de empleos que puedes desempeñar desde tu hogar.

Trabajos como freelance

Trabajar como freelance es una de las opciones más claras de empleo para no tener que ir a una oficina todos los días. Podrás desarrollar tu profesión desde casa sin tener jefes, sino clientes. El trabajo como autónomo puede aplicarse a prácticamente cualquier área profesional: si eres fotógrafo, diseñador gráfico, diseñador web, traductor, etc. En algunas ocasiones tendrás que desplazarte para desempeñar parte de tu trabajo (caso de los fotógrafos, por ejemplo), pero el resto de tareas podrás hacerlas cómodamente desde casa delante de tu ordenador. Y para entregar tus encargos, de nuevo Internet es el comodín: a través de correo electrónico o utilizando herramientas en la nube como Google Drive.

Trabajos propios de Internet

¿Blogger? ¿Youtuber? ¿Instagramer? Nuevos conceptos que definen nuevos trabajos que, en muchas ocasiones, se pueden hacer desde casa. Solo hay que tener claro qué queremos contar y cómo lo haremos, y tomárselo como un empleo, no como un hobby. Está claro que el éxito no surge de un día para otro, pero si eliges bien tu nicho y tu contenido es de calidad, llegarán los seguidores, y tras ellos, pueden hacerlo las marcas comerciales y los ingresos publicitarios.

Otra alternativa es crear tu propia página web, escribiendo sobre aquellos temas que más te gusten o domines. Las formas de ingresar dinero por esta vía son variadas: a través de la inserción de anuncios de Google Ads, con marketing de afiliación, con la venta de infoproductos o cursos específicos, o incluyendo contenidos patrocinados.

Si lo tuyo no es el protagonismo, también puedes trabajar redactando contenidos para otros blogs o webs o como Community Manager gestionando y elaborando la estrategia de redes sociales de marcas y empresas. La red está llena de portales en los que se intermedian estos servicios y que no te pedirán acudir a una oficina. Normalmente te pagarán por palabras escritas: escoge aquellas propuestas que te interesen y empieza a ganar dinero escribiendo sobre aquellos temas que más domines.

Aunque no lo parezca, contestar encuestas es otra forma de ganar ingresos vía Internet y es algo que puedes hacer desde tu propia casa. Muchas empresas de estudios de mercado pagan una cierta cantidad en metálico por responder encuestas, y lo único que tendrás que hacer es expresar tus opiniones sobre diferentes productos y servicios.

Crea tu propia empresa

¿Convertirte en tu propio jefe y trabajar desde casa? ¿Por qué no? Hay negocios que no requieren tener una tienda física abierta al público. Da el salto al mundo digital y empieza a vender por Internet. De hecho, ¿qué mejor escaparate para tus servicios que tu propia página web?: Organizadores de eventos y bodas, traders, expertos en marketing digital, estilistas, entrenadores, profesores de idiomas… son algunas de las profesiones que puedes desempeñar desde casa. Redes sociales como Youtube o los stories de Instagram, y herramientas como Skype o Google Hangout, te facilitarán el contacto con posibles clientes.

Esta opción también vale para vender productos: quizás tengas una habilidad para diseñar pulseras, bolsos o cualquier otro producto artesano, o se te dé bien hacer ilustraciones. O simplemente quieras vender los productos que fabrican y distribuyen otros proveedores, cobrando un porcentaje por cada venta, para lo cual no necesitarás tener siquiera un almacén.

Ventajas e inconvenientes de trabajar de casa

Trabajar desde casa supone una serie de ventajas que hace que cada vez más jóvenes se decanten por esta opción:

• No pierdes tiempo desplazándote a tu lugar de trabajo.
• Ahorro para tu bolsillo: te ahorras el coste del transporte, sea la gasolina de tu coche o el abono del metro, y otros gastos como el que supone comer fuera de casa a diario.
• Nadie te impone un horario: eres tú quién decide cuándo trabajar. Puede que un lunes no te apetezca ponerte delante del ordenador, y sin embargo una tarde lluviosa de domingo no tengas otra cosa que hacer y te apetezca adelantar trabajo, es tu decisión.
• No dependerás de jefes ni superiores: serás independiente para tomar las decisiones que afecten a tu vida laboral.

Eso sí, trabajar en casa también puede tener sus contras:

• No disponer de un espacio de trabajo adecuado: quizás tu silla no sea la más cómoda del mundo, o la habitación reciba poca luz, o tu calle es muy ruidosa y te impide concentrarte.
• Trabajar demasiadas horas: si te gusta lo que haces, puede pasar que acabes perdiendo la noción del tiempo frente al portátil y con la excusa de “total, ya estoy en casa”, acabes trabajando hasta las tantas.
• Aislamiento: si estás en casa todo el día, puede que solo acabes relacionándote con tu gato. Además, tendrás que hacerlo todo tú solo, al no tener compañeros de oficina que puedan ayudarte.
• Muchas distracciones que pueden reducir tu rendimiento: que si ahora voy a la cocina a tomarme un tentempié, que si enciendo la televisión para ver qué están poniendo, llamadas o visitas inoportunas…

Recomendaciones para organizar tu trabajo en casa

Evidentemente, para que el trabajo en casa no te supere y sea factible a medio y largo plazo, hay una serie de consejos que deberías tener en cuenta:

• Ten un espacio de trabajo separado del resto de tu hogar: si dispones de una habitación para convertirla en tu despacho, perfecto; si no, puede valerte un rincón en el salón o tu dormitorio, pero intenta no trabajar desde el sofá o la cama…
• Ponte un horario: establecer una rutina te ayudará a ser más productivo.
• Vístete para trabajar: nada de estar en pijama todo el día; vestirse adecuadamente te facilitará enfocarte en tus tareas.
• Haz descansos: al igual que harías en la oficina, haz un descanso a media mañana o media tarde para tomarte un café en tu cocina, o, si lo prefieres, baja a una cafetería. Si has estado muchas horas delante de una pantalla, despejará tu mente.
• Búscate un hobby o empieza a practicar un deporte: salir de casa de vez en cuando entre semana te ayudará a desconectar de la rutina laboral, será bueno para tu salud y forma física y, en algunos casos, también te permitirá ampliar tu círculo de relaciones sociales.

Como ves, son muchas las posibilidades que tienes para cambiar de forma de vida y empezar a trabajar desde casa.