1/ 6

Este número es indicativo del riesgo del producto, siendo 1/6 indicativo de menor riesgo y 6/6 de mayor riesgo.

Banco Santander está adscrito al Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito. Para depósitos en dinero el importe máximo garantizado es de hasta 100.000 euros por depositante en cada entidad de crédito.

Este indicador de riesgo hace referencia a la cuenta corriente Online.

Qué es la formación continua y cómo beneficia a tu empresa

27/01/2022

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La formación continua es una modalidad formativa que se da dentro de las empresas con el objetivo de mejorar las cualificaciones, conocimientos y competencias de los trabajadores. Contar con empleados con conocimientos actualizados favorece a los propios trabajadores, pues mejora su nivel de cualificación y su empleabilidad, pero también a las empresas, que se adaptan así más rápidamente a los cambios, son más competitivas y más productivas.

Te contamos qué es la formación continua y por qué es importante para ti y para tu empresa.

Porqué es importante la formación continua en las empresas

El mercado laboral está en continuo cambio. La transformación digital de las empresas, la introducción de nuevas tecnologías, la internacionalización de los negocios… todo ello están modificando la forma en que las empresas se organizan, sus métodos de trabajo, los propios puestos de trabajo o los perfiles profesionales que requieren. El modo de adaptarse con éxito a estos cambios es ofreciendo formación continua a los trabajadores.

Tipos de formación continua

La formación continua en las empresas se enmarca en el sistema de formación profesional para el empleo, que engloba todas las iniciativas, programas e instrumentos que tienen como finalidad impulsar entre empresas, ocupados y desempleados una formación que dé respuesta a las necesidades del mercado laboral y esté orientada a la mejora de las competencias y cualificaciones de los trabajadores y al incremento de la competitividad de las empresas.

La formación continua en el ámbito laboral puede clasificarse en varios tipos: bonificada, subvencionada o colaborativa. Te contamos cuál es cada una.

Formación bonificada

La formación bonificada o formación programada es la que ofrecen las empresas a sus empleados, en función de sus necesidades, con cargo a una parte de las cotizaciones a la Seguridad Social. La cantidad que cada empresa puede destinar a formación bonificada se denomina crédito de formación y depende del importe que hayan cotizado en concepto de Formación Profesional empresa y empleados en el año anterior, así como del volumen medio de la plantilla. Las compañías pueden recuperar parte del coste de esta formación mediante bonificaciones en las cotizaciones sociales.

La programación y gestión de las acciones de formación bonificada puede realizarse por la empresa con flexibilidad, tanto en sus contenidos como en el momento o en el lugar de impartición (dentro de la propia empresa o recurriendo a centros de formación externos).

Esta formación bonificada se gestiona a través de la denominada Fundación Tripartita, o Fundación Estatal para la Formación en el Empleo, en la que participan tanto las administraciones públicas, los empresarios y los sindicatos.

Formación subvencionada

La formación subvencionada es la que ofertan administraciones públicas, organizaciones empresariales, sindicatos y también centros de formación privados, y que se financian con fondos públicos, procedentes bien del Fondo Social Europeo, bien del presupuesto del SEPE bien de fondos propios de las comunidades autónomas.

La formación subvencionada está compuesta por cursos públicos y gratuitos para trabajadores, desempleados y autónomos. A estos cursos el trabajador puede acceder libremente, en función de las áreas en que le interesa formarse, sin necesidad de comunicarlo a su empresa, si cumple con los requisitos de acceso. Pueden ser cursos presenciales u online.

Formación colaborativa

Una modalidad menos conocida de formación continua en las empresas es la formación colaborativa, que es aquella que empleados de la propia compañía imparten a sus compañeros. Con este tipo de formación se propicia el intercambio de conocimientos y experiencias que posea un empleado al resto de miembros del equipo, de forma que estos mejoren su rendimiento profesional.

Beneficios de la formación continua

La formación continua tiene beneficios tanto para los empleados como para las empresas.

A los trabajadores, la formación continua les ofrece la posibilidad de actualizar sus conocimientos constantemente, mejorar su nivel de cualificación y aumentar así sus posibilidades de progresar en su carrera profesional dentro de la propia empresa o bien acceder a un nuevo empleo. Ofrecerles formación continua adaptada a sus intereses también es una forma de incrementar su satisfacción laboral y su motivación en el puesto de trabajo.

Para las empresas, la formación continua es la manera de estar mejor adaptada a los cambios del entorno y del mercado, y de poder introducir nuevas tecnologías o nuevos sistemas de gestión y organización de forma exitosa, evitando quedarse atrás en relación a sus competidores. Es una forma de mejorar la calidad de los productos y servicios que ofrece Disponer de trabajadores más cualificados redundará en una mejora de los productos y servicios que ofrece la compañía, y por tanto en un incremento de su productividad, su competitividad y su rentabilidad.

Por otra parte, ofrecer formación continua a la plantilla también mejora las expectativas que tienen estos de desarrollarse dentro de la empresa y favorece un buen clima laboral.

¿Cómo elegir los cursos para formar a tus empleados?

Para acertar con los cursos que se ofrecen a los empleados, es necesario que la empresa elabore previamente un plan de formación. En este documento deben analizarse las carencias y necesidades formativas de la plantilla, establecerse los objetivos formativos y definirse las acciones formativas necesarias para alcanzarlos. Es aconsejable que el contenido del curso no sea sólo teórico para que el empleado pueda poner en práctica lo aprendido en su puesto de trabajo.

Un buen plan de formación debe también incluir una evaluación y un seguimiento de los cursos realizados, para comprobar la acogida que han tenido. Un cuestionario de evaluación puede ayudar a conocer si los objetivos marcados con el curso se han conseguido.