02/11/2023
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Por mucho que te guste, aprender un nuevo idioma siempre es difícil. Al fin y al cabo, no solo conlleva memorizar una gran variedad de vocabulario, tiempos verbales y conjugaciones, sino también asimilar una manera de expresarte de forma escrita y oral totalmente diferente a la que usas habitualmente.
Sin embargo, no todos los idiomas están considerados igual de complejos en lo que respecta a su aprendizaje. Este es el motivo por el que aquí queremos contarte cuáles son las 10 lenguas más difíciles del mundo, según los expertos en la materia. Y si, de paso, te animas a ponerte a aprender chino, francés o alemán, debes saber que desde Banco Santander queremos ayudarte, con la beca para estudiar uno de estos tres idiomas con 8Belts, así que no pierdas la oportunidad de formarte gracias a Becas Santander.
¿De qué depende la dificultad para aprender un idioma?
Hay muchos factores que influyen en lo difícil que puede resultar aprender un determinado idioma. Sin duda, estos son los más importantes:
- Tu lengua materna. Por ejemplo, los españoles tenemos mayor facilidad para aprender las conocidas lenguas romances, que son las que proceden del latín vulgar. A esta familia pertenecen, además del castellano, el portugués, el francés, el italiano, el catalán y el rumano. Sin embargo, nos cuesta mucho más estudiar las lenguas germánicas como el inglés o el alemán, así como las semíticas (árabe, arameo y hebreo) o el chino.
- La estructura gramatical. Este aspecto se relaciona directamente con el anterior. Solo tienes que pensar en que, por ejemplo, el árabe se escribe de derecha a izquierda, es decir, en sentido contrario a como estamos acostumbrados. También hay idiomas en los que las oraciones se construyen al revés, con el predicado antes que el sujeto. El turco es un buen ejemplo.
- El vocabulario. Todos los idiomas exigen una determinada memorización de sustantivos, adjetivos y adverbios. Sin embargo, cuanto menos se parezca la lengua en cuestión al español o a otras que conozcas, más conceptos tendrás que asimilar y, por tanto, mayor será la dificultad.
- El alfabeto. Si a todo lo anterior le sumamos la necesidad de aprender un nuevo alfabeto, como sucede en el caso del árabe, el chino mandarín o el japonés, la dificultad de aprendizaje se multiplica exponencialmente. De hecho, la mayoría de estos idiomas requieren de varios años de asimilación de conceptos básicos antes de ser capaz de construir correctamente una sola frase.
- La pronunciación. Cada idioma tiene sus propios fonemas y su acento y algunos de ellos resultan especialmente complejos para los españoles. En este sentido, no queda otra que practicar, practicar y practicar. Hay herramientas muy útiles al respecto como, por ejemplo, Google Translate, que es de acceso gratuito para todo el mundo y en la que puedes escuchar cómo se pronuncian correctamente palabras sueltas o frases.
Hay otros aspectos que también afectan a la dificultad para aprender un idioma, aunque en menor medida. Es el caso, por ejemplo, de haberte marcado un objetivo (vivir la experiencia de trabajar en el extranjero, pasar un tiempo estudiando en otro país, etc.). Esto marcará en gran medida tu motivación para asimilar conceptos con constancia y mantener el nivel de esfuerzo hasta alcanzar el éxito.
No podemos obviar que la exposición al idioma también juega un papel fundamental. Y es que, por mucho que estudies, no vas a conseguir dominar una nueva lengua sin pasar un tiempo de inmersión lingüística. En un primer momento, aprovecha las ventajas que ofrecen los locales de intercambio de idiomas que hay en todas las ciudades. Después, ve de vacaciones al país en el que se habla y trata de hablar con la gente. La mejora será notable y se producirá en poco tiempo.
Ranking de los 10 idiomas más difíciles de aprender
Ahora sí, ha llegado el momento de contarte cuáles son los 10 idiomas más difíciles de aprender del mundo para los españoles. Presta atención.
1. Árabe
El árabe, gracias a sus 274 millones de hablantes nativos, es el quinto idioma más hablado del mundo. Además, abarca una región geográfica muy amplia, la cual va desde el norte de África hasta gran parte de Oriente Medio. Por ello, sobra decir que abarca una gran variedad de dialectos y que el árabe que se habla en Marruecos es extremadamente diferente al de Qatar, por ejemplo.
Sin embargo, lo habitual en España y en el resto de países del mundo es estudiar el árabe clásico, que engloba y simplifica la mayoría de dichos dialectos. Las principales dificultades que presenta están relacionadas con su alfabeto, que es completamente diferente al nuestro, y a la construcción de las oraciones. La pronunciación también suele dar más de un dolor de cabeza.
2. Chino mandarín
El chino mandarín se parece al árabe en el sentido de que trata de unificar y simplificar todos los dialectos que se hablan en China. Se trata de la lengua más hablada del mundo, con aproximadamente 1.118 millones de hablantes nativos.
Hay muchos aspectos que explican la complejidad de aprender este idioma. Sin embargo, hay uno que va más allá del uso de un alfabeto diferente o de la pronunciación de las palabras. Hablamos, cómo no, de los ideogramas, que son signos esquemáticos que representan ideas. Además, un mismo término puede pronunciarse y entonarse de distintas formas y, con ello, cambiar su significado radicalmente.
3. Coreano
El coreano es un idioma tan complicado que su alfabeto, que recibe el nombre de hangul, fue diseñado específicamente para hacer más sencilla la tarea. De hecho, su gramática está considerada como una de las más complejas del mundo, ya que prevé situaciones muy específicas para cada situación o persona específica. Para muchos, es la que más dificultad entraña, especialmente, para los hispanohablantes.
El propio Ministro de Cultura de Corea ha estudiado y justificado por qué es tan difícil aprender coreano. En primer lugar, hace referencia a que las vocales y las consonantes tienen sonidos diferentes a cualquier otro idioma. Asimismo, su vocabulario supera con creces el millón de términos, lo que obliga a un trabajo de memorización muy complejo.
Por su parte, el coreano es un idioma cargado de connotaciones culturales que, si no se conocen, hacen que pierda sentido. Esta es la razón por la que muchos de los libros de texto que se venden fuera de sus fronteras no son realmente efectivos para aprender el idioma.
4. Japonés
El japonés es tan difícil de aprender como el chino. Sin embargo, entre ambos sucede algo parecido a lo que ocurre entre el español y el portugués o el italiano: al proceder de la misma lengua, quienes conocen un idioma lo tienen bastante fácil para desarrollar sus habilidades en el otro.
Evidentemente, el chino y el japonés se diferencian lo suficiente como para ser considerados dos idiomas distintos. Los principales desafíos que ofrece esta lengua están en el uso de partículas específicas y en la pronunciación de ciertas sílabas.
5. Ruso
El ruso está considerado como una lengua eslava e indoeuropea. Es cierto que comparte origen con muchas lenguas latinas, pero lo cierto es que el paso del tiempo ha hecho que no se parezca en casi nada a ninguna de ellas.
El aprendizaje de este idioma también conlleva memorizar un alfabeto diferente (el cirílico). Eso sí, para facilitar su estudio, es habitual que se apliquen sistemas de romanización que lo simplifiquen y lo hagan más sencillo.
6. Húngaro
El húngaro o magyar, como también es conocido, es otro de los idiomas más difíciles de aprender para quienes no han nacido en Hungría. Debes tener en cuenta a la hora de decidirte a estudiarlo que su implantación más allá de este país es muy escasa y que en él casi todo el mundo habla inglés, lo que puede desanimarte a profundizar en tus conocimientos sobre él.
En cualquier caso, surgió en los montes Urales, motivo por el que se considera una lengua urálica. No tiene nada que ver con las lenguas latinas, ya que al contrario que el uso no posee raíces indoeuropeas. Esto hace todavía más difícil su aprendizaje.
7. Finés
El finés o finlandés es el idioma oficial de Finlandia. Al contrario de lo que muchos creen, no es una lengua nórdica, sino que pertenece a la familia de las lenguas urálicas. Es decir, la misma que el húngaro. Eso sí, se parece bastante más al estonio.
Esto se debe, fundamentalmente, a que con el paso de los siglos ha recibido la influencia del ruso y otras muchas lenguas más minoritarias, lo que le ha añadido una singularidad y, sobre todo, una complejidad fuera de toda duda.
8. Islandés
El idioma oficial de Islandia es uno de los menos hablados del mundo y, a la vez, uno de los más complejos. Se estima que solo posee 320.000 hablantes nativos y, debido a la peculiar situación del país, tiene una serie de peculiaridades que lo hacen único.
Por ejemplo, es uno de los pocos idiomas que sigue conservando multitud de rasgos del antiguo nórdico occidental, lo que con el paso del tiempo ha hecho que se diferencie mucho del resto de lenguas nórdicas. Se considera también un idioma flexivo sintético caracterizado por una gran variedad de morfemas.
9. Polaco
Si alguna vez has estado en Polonia, seguro que has visto camisetas e imanes de nevera en los puestos de souvenirs con frases del tipo “Hablo polaco. ¿Cuál es tu superpoder?”. Un mensaje que, desde luego, deja clara la complejidad del idioma.
El polaco es una lengua eslava que emplea el alfabeto latino. Eso sí, incorporando una gran variedad de signos diacríticos y dígrafos adicionales. Además, su sistema de consonantes es casi ininteligible para los españoles. Pronunciar una palabra que carece casi de vocales es un auténtico reto, al menos, durante los primeros meses de aprendizaje.
10. Alemán
Vamos a terminar hablando del alemán, que es la segunda lengua germánica más hablada del mundo después del inglés. No solo se habla en Alemania, sino también en otras muchas regiones centroeuropeas. El uso de las mayúsculas, la complejidad para formar palabras y la mayor variedad de letras que posee su vocabulario son las principales dificultades que presenta. Eso sí, si sabes inglés, tendrás buena parte del camino recorrido. Y gracias a programas tan completos como el que puedes seguir con la Beca Santander en 8Belts, te resultará todavía más sencillo iniciarte en este idioma.
El hecho de que un idioma sea difícil de aprender no es algo que debería echarte para atrás a la hora de aprenderlo. Si tienes una verdadera motivación y le pones el suficiente esfuerzo, cualquiera de ellos te resultará accesible. Además, todos ellos te abrirán innumerables puertas a nivel académico y profesional, lo que te llevará a vivir nuevas experiencias y a granjearte un mejor futuro. ¿A qué esperas para empezar a estudiar?