1/ 6

Este número es indicativo del riesgo del producto, siendo 1/6 indicativo de menor riesgo y 6/6 de mayor riesgo.

Banco Santander está adscrito al Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito. Para depósitos en dinero el importe máximo garantizado es de hasta 100.000 euros por depositante en cada entidad de crédito.

Este indicador de riesgo hace referencia a la cuenta corriente Online.

Etiquetas de productos: aprende a interpretarlas

18/02/2022

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Las etiquetas de productos son la tarjeta de presentación de los productos alimenticios. En ellas se incluye información sobre su contenido y composición, de forma que los consumidores puedan saber qué están consumiendo y toda esa información les ayude en su decisión de compra.

En este artículo te contamos qué datos debe incluir la etiqueta de un producto alimenticio y te enseñamos a interpretarla.

¿Qué son y qué función tienen las etiquetas de productos alimenticios?

Se entiende por etiquetado cualquier mención, indicación, marca de fábrica o comercial, dibujo o signo relacionado con un producto alimentario que aparezca en un envase, documento, rótulo, etiqueta, faja o collarín que acompañe a un producto alimenticio. Su función es facilitar una información clara del producto a los consumidores que les ayuda a tomar decisiones informadas sobre los alimentos envasados que están a la venta. Gracias a ello podemos conocer cuál es el origen del alimento, qué ingredientes lo componen, cuál es su modo de conservación o qué nutrientes nos aportan, entre otros datos.

Cualquiera de estas etiquetas han de cumplir las normas nacionales y de la Unión Europea sobre el etiquetado de alimentos con carácter general. Además, algunos tipos de alimentos han de cumplir también una normativa específica, como por ejemplo, los que incluyen organismos modificados genéticamente.

Por qué son tan importantes

La importancia del etiquetado de alimentos es doble: por una parte, se busca proteger la salud de los consumidores. Por ejemplo, indicando la fecha de caducidad o que el producto debe guardarse refrigerado para su conservación. Pero también resulta muy útil si se da el caso de que se produzca una alerta sanitaria sobre un producto en mal estado: la información que incluye la etiqueta sobre el lote del producto permite retirar rápidamente este del mercado.

Por otra, con el etiquetado de productos envasados se garantiza el derecho a la información de los consumidores, de forma que puedan tomar sus decisiones de compra con conocimiento de causa.

Qué información obligatoria deben incluir

El Reglamento de la Unión Europea 1169/ 2011 determina cómo debe ser tanto el etiquetado general de los productos alimenticios como el etiquetado nutricional. Entre otros datos, una etiqueta de un alimento envasado debe detallar los ingredientes que incluye, quién lo produce o cuándo caduca, entre otra información importante.

La Comisión Europea dispone de una herramienta, el Sistema de Información sobre Etiquetado de los Alimentos (FLIS), que permite a los usuarios encontrar las indicaciones obligatorias del etiquetado de cualquier alimento.

Lo que nos dicen las etiquetas de los productos

La normativa que regula el etiquetado de productos alimenticios señala que este deberá ser claro y legible, e incluir los siguientes datos:

  • La denominación del alimento e información sobre el tratamiento al que ha sido sometido (por ejemplo, ahumado, congelado, concentrado, en polvo o liofilizado).
  • La lista de ingredientes en orden decreciente en función de la cantidad que incluya el producto. Los ingredientes que figuren en la denominación del producto deberán ser resaltados en esta lista, e indicarse el porcentaje concreto.
  • Alérgenos. Deberá aparecer información sobre los alérgenos en la lista de ingredientes, marcados con una tipografía que los diferencie del resto de ingredientes. Si la etiqueta no incluye lista de ingredientes debe incluirse la mención “contiene”, seguida de la sustancia alergénica.
  • La cantidad neta del alimento. Si un alimento sólido se vende con un líquido de cobertura (por ejemplo, una lata de atún en conserva), debe indicarse tanto el peso total como el peso neto escurrido.
  • La fecha de duración mínima o la fecha de caducidad.
  • Las condiciones especiales de conservación y/o de utilización (por ejemplo, para un brick de leche, guardar en la nevera una vez abierto).
  • El nombre, razón social y la dirección de la empresa alimentaria.
  • El país de origen o lugar de procedencia.
  • El modo de empleo, si el producto lo requiere (cocinar completamente antes de su consumo, en la etiqueta de una hamburguesa envasada, por ejemplo).
  • La información nutricional. La etiqueta debe recoger de forma obligatoria, y en el mismo campo visual el valor energético (las calorías), las grasas, las grasas saturadas, los hidratos de carbono, los azúcares, las proteínas y la sal por 100 gramos de producto o 100 mililitros. De esta forma se facilita que el consumidor pueda comparar el valor nutricional de productos similares. Esta información podrá completarse con datos sobre el contenido en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, polialcoholes, almidón, fibra alimentaria y cualquier vitamina o mineral. Voluntariamente, se pueden añadir a la etiqueta los datos de grasas, hidratos, proteínas… por cada porción de alimento, y también expresar su porcentaje en relación a la ingesta de referencia para un adulto (tanto por cada 100 gramos como por porción de consumo).
  • Lote. Se debe identificar el lote al que pertenece el producto alimenticio.
  • Grado alcohólico. Deberán indicarlo las bebidas con un contenido de alcohol superior al 1,2% vol.

Alimentos envasados

Cualquier alimento envasado que llegue al mercado español deberá incluir en su etiqueta los datos que acabamos de reseñar, expresados, al menos, en castellano.

En cuanto a los alimentos no envasados o que se envasan en el establecimiento para su venta (por ejemplo, un fiambre de la sección de charcutería de un supermercado) se les aplica el Real Decreto 126/2015. En este caso, debe indicarse:

  • Información sobre la presencia de alguno de los 14 alérgenos en el producto.
  • Denominación del alimento.
  • Cantidad de un ingrediente o una categoría de ingredientes.
  • Grado alcohólico en bebidas alcohólicas con graduación superior a 1,2 %.
  • Otros requisitos que se establezcan en las normativas propias de los alimentos para esta modalidad de venta.

Esta información debe recogerse en el envase, en una etiqueta adherida al mismo o bien rotulada en carteles exhibidos sobre los alimentos que están a la venta, y estar escrita, al menos, en castellano. No es obligatorio que incluyan información nutricional, pero pueden hacerlo voluntariamente.

Productos congelados

A mayores de toda la información obligatoria en el etiquetado de un alimento, la etiqueta de los productos congelados (ya sean productos cárnicos o productos pesqueros no transformados) deberán incluir también obligatoriamente la fecha de congelación o primera congelación.

Si el alimento ha sido descongelado para su venta deberá incluir en su etiqueta la denominación “descongelado”. Esto podrás verlo, habitualmente, en la sección de pescadería del súper.

Productos ecológicos y naturales

Los productos ecológicos son aquellos en cuya elaboración no se han utilizado pesticidas ni abonos químicos. Para que un alimento pueda llevar en su etiqueta un término como “ecológico”, “biológico”, “orgánico” o “bio”, su productor debe estar certificado por un organismo de control de la producción ecológica autorizado. En la etiqueta de un producto ecológico deberá aparecer el logotipo de la UE y el código numérico de esta entidad de control.

Productos frescos

Por su parte, la etiqueta de los productos frescos, según de cuáles se trate, deberán incluir una u otra información. Así, frutas y verduras deben contemplar en sus etiquetas:

  • Denominación del producto y la variedad.
  • Calibre (en algunos casos).
  • Categoría comercial.
  • País y zona de origen.
  • Identificación de la empresa productora.
  • Precio por kilo.

La etiqueta del pescado debe decirnos:

  • Denominación comercial de la especie.
  • El método de obtención: si ha sido pesca extractiva, pesca en aguas dulces, acuicultura o marisqueo.
  • Origen, zona de captura o de cría.
  • Forma de presentación: eviscerado, con o sin cabeza, fileteado, cocido…
  • Precio por kilo.

Y la etiqueta de la carne debe informar sobre:

  • El país de origen, cría, sacrificio y despiece (pueden no coincidir).
  • Número de autorización de matadero y sala de despiece.
  • Denominación comercial del tipo de canal (ternera, buey,…), de la pieza (filete, pechuga…)
  • Lote o identificación del animal.
  • Precio por kilo.

Otras consideraciones importantes sobre el etiquetado de productos

Para finalizar este análisis sobre las etiquetas de los alimentos, hay que resaltar que el etiquetado de productos debe ser legible (un tamaño mínimo de letra de 1,2 mm, salvo en productos muy pequeños), e indeleble, y ubicarse en un lugar destacado del envase, sin que pueda taparse o disimularse con otra imagen u otro material interpuesto.

Por otra parte, si un producto quiere incluir en su etiqueta una declaración de propiedades saludables (como “reduce el colesterol”) o una declaración nutricional (“bajo contenido en grasas”) deben solicitar su autorización y cumplir los requisitos del Reglamento de la UE 1924/2006.

Ahora que tienes toda esta información sobre cómo debe ir etiquetado un alimento, la próxima vez que vayas a hacer la compra tendrás más claro qué estás comprando.