30/10/2019
Este número es indicativo del riesgo del producto, siendo 1/6 indicativo de menor riesgo y 6/6 de mayor riesgo.
Banco Santander está adscrito al Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito. Para depósitos en dinero el importe máximo garantizado es de hasta 100.000 euros por depositante en cada entidad de crédito.
Este indicador de riesgo hace referencia a la cuenta corriente Online.
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Cualquiera que haya pasado por una entrevista de trabajo sabe que hay un momento en el que llegarán las preguntas incómodas. Este tipo de preguntas forman parte del proceso de selección y con ellas el entrevistador busca conocer cómo los candidatos reaccionan ante determinadas cuestiones.
Lo principal para superar con éxito estas preguntas incómodas de las entrevistas de trabajo es saber de antemano que van a hacértelas, llevar preparadas las respuestas a las más comunes y aprender a manejar tus nervios durante la entrevista cuando llegue este momento difícil.
En este post recopilamos las 10 preguntas incómodas más habituales en una entrevista de trabajo y te damos algunos consejos para poder enfrentarlas con éxito.
¿Por qué te despidieron en tu último trabajo?
Si te hacen esta pregunta, u otras similares como “¿por qué dejaste tu trabajo?”, no es el momento de hablar mal de tu anterior empresa, ni tampoco de ti mismo. Si te despidieron, puedes explicar, sin más, que tenías un contrato temporal que no renovaron. Si dejaste el puesto voluntariamente, puedes argumentar que veías que en esa empresa no tenías perspectivas de futuro y creíste que era el momento de enfrentarte a un nuevo reto profesional. Reto que piensas, por cierto, que el nuevo puesto puede ofrecerte.
¿Cómo fue tu relación con tu anterior jefe y tus compañeros de trabajo?
Si te han hecho la pregunta anterior, es probable que también te pregunten esta, para detectar posibles incoherencias en tu discurso. Trata de responder siempre de manera positiva, incluso si has tenido conflictos con tu jefe o colegas. Por ejemplo: “tenía una buena relación con mi superior, y aunque a veces podíamos tener diferentes maneras de enfocar una tarea, siempre llegábamos a un entendimiento y resolvíamos nuestras diferencias”.
Descríbete en tres palabras
Evita los adjetivos que suenen demasiado arrogantes y busca aquellos que te describan lo más acertadamente, y que puedan hacerte diferenciar de otros candidatos. Tienes que hacer ver que tus cualidades encajan precisamente con lo que buscan en esa oferta laboral. Por ejemplo, si optas a un puesto de ventas, puedes elegir palabras como “independiente”, “enérgico” y “motivado” que encajan con el perfil del puesto de trabajo. Para ello, haz una lluvia de ideas de palabras que describan tu carácter y tu ética laboral y que al mismo tiempo están relacionadas con el trabajo al que optas. Si en la oferta de empleo se especifica que se busca una persona proactiva y capacidad de trabajo en equipo, una buena respuesta sería mostrarte como una persona extrovertida y con capacidad para ofrecer nuevas soluciones a problemas y contratiempos. Evita tópicos como “soy una persona organizada, perfeccionista, competente o inteligente” y ofrece una respuesta más elaborada y personalizada.
¿Por qué tienes un hueco en tu currículum?
En ocasiones hay circunstancias que te obligan a estar sin trabajar, bien porque te despidieron en tu anterior trabajo y tardaste un tiempo en encontrar un nuevo empleo, porque quisiste retomar los estudios, por obligaciones familiares, o por cuestiones de salud. Si es tu caso, sé sincero y explica las causas de ese “vacío” en tu currículum, y resalta aquello que pueda ser positivo para la vacante a la que optas; por ejemplo, que aprovechaste el tiempo que estuviste en el paro para mejorar el dominio de un idioma, tus habilidades informáticas o para actualizar tus conocimientos en determinada área.
En el siguiente artículo te explicamos cómo hacer un buen currículum y los aspectos que debes tener en cuenta.
¿Por qué quieres trabajar con nosotros?
Este es el momento de demostrar que has hecho los deberes y te has informado sobre la empresa a cuyo puesto optas: su origen, su historia, sus valores… Es bueno que hagas ver al reclutador que la cultura de la empresa coincide con lo que estás buscando en tu carrera profesional.
¿Cuánto quieres cobrar?
El tema del dinero es uno de los puntos espinosos de una entrevista de trabajo. Si es posible, intenta averiguar antes el rango de salarios que paga la compañía para la que quieres trabajar, para poder dar una cantidad que encaje en sus previsiones. Ten en cuenta que si dices una cantidad muy alta podrías dar a entender un exceso de ambición y, si te quedas corto, que infravaloras tu propio trabajo.
¿Por qué deberíamos contratarte a ti y no a otro candidato?
Esta pregunta es la ocasión para venderte, para mostrar al entrevistador cuáles son tus puntos fuertes: tu experiencia, tus conocimientos, tus aptitudes, aquellas cualidades que te distinguen de los demás candidatos. Es bueno que pongas ejemplos de los logros conseguidos en tus anteriores empleos.
¿Dónde te ves en el plazo de cinco años?
No es buena idea contestar “como director general de la compañía”, sino hacer ver que tienes claro tus objetivos profesionales y que esperas que el trabajo sea un desafío en el que puedas aprender y desarrollarte profesional y personalmente.
¿Cuáles son tus principales defectos?
Si te preguntan por tus puntos débiles, menciona alguno que pueda ser visto como algo positivo y ejemplifícalo: ser demasiado perfeccionista, adicto al trabajo, muy honesto o muy crítico con el propio trabajo son algunas de las respuestas más habituales. En todo caso, no te pases de sincero y muestres tus carencias. También pueden preguntarte por tus principales virtudes; en ese caso, resalta alguna relacionada con el puesto de trabajo al que estés optando. Por ejemplo, si buscan alguien para dirigir un equipo, “tengo capacidad de liderar grupos”.
¿Estás casado/a? ¿Tienes hijos? ¿Tienes previsto quedarte embarazada?
Si te preguntan por tu estado civil, tu situación familiar, tu orientación sexual o tus creencias, debes saber que este tipo de preguntas son ilegales –y denunciables- en una entrevista de trabajo, porque son discriminatorias y vulneran tu derecho a la intimidad. Si se da el caso, tienes varias posibles salidas: una, contestar amablemente que esas preguntas no son procedentes, porque son cuestiones que pertenecen a tu esfera personal y nada tienen que ver con tu desempeño profesional. Otra opción sería responderlas, si no te importa dar esa información, o incluso tratar de sacar ventaja de ellas. Por ejemplo, si te preguntan por tu edad (“¿no es demasiado joven/mayor para el puesto?”) háblales de tu capacidad para aprender o de tu experiencia, según sea el caso.
En resumen, la mejor manera de afrontar este tipo de preguntas incómodas en las entrevistas laborales es hacerlo con honestidad y naturalidad, así como con preparación. Cada una de ellas es una ocasión para mostrar que somos el candidato ideal para el puesto.