25/07/2023
Este número es indicativo del riesgo del producto, siendo 1/6 indicativo de menor riesgo y 6/6 de mayor riesgo.
Banco Santander está adscrito al Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito. Para depósitos en dinero el importe máximo garantizado es de hasta 100.000 euros por depositante en cada entidad de crédito.
Este indicador de riesgo hace referencia a la cuenta corriente Online.
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Una startup o empresa emergente es una compañía de reciente creación que, generalmente, gira en torno a una idea relacionada con el uso de la tecnología. Posee un modelo de negocio escalable que le brinda grandes posibilidades de crecer rápidamente. Además, empieza a operar con costes mínimos, a pesar de lo cual son capaces de producir grandes beneficios si alcanzan el éxito.
Hay multitud de ejemplos de empresas que nacieron siendo startups y que, hoy en día, son compañías de gran relevancia a nivel mundial. Sería el caso de eBay, Shein o Revolut. Incluso de Google, Amazon o Microsoft, a pesar de que cuando fueron fundadas este concepto no estaba tan en uso como ahora.
En cualquier caso, lo que está claro es que muchas personas con espíritu emprendedor y con pasión por la tecnología están pensando en crear una startup. Puede que tú también. Sin embargo, tal vez no tengas claro el proceso que debes seguir. Si es así, has llegado al lugar indicado, porque te vamos a explicar todos los aspectos que debes conocer.
Definir la idea de negocio de la startup
No importa si hablamos de una startup o de una empresa convencional, en estos momentos, es imposible erigir un negocio de éxito si no tienes una buena idea. Por desgracia, a pesar de ser una tarea tan imprescindible, es extremadamente complicada de desarrollar.
¿El motivo? Aunque tengas una idea genial, justo a continuación tendrás que transformarla en un concepto de negocio. Ahí pueden surgir problemas, ya que tal vez no exista o sea plausible aplicar la tecnología suficiente como para llevarlo a la práctica.
De todos modos, al crear una startup y desarrollarla lo que prima es la innovación, por lo que debes plantearte una serie de cuestiones:
- ¿Qué producto o servicio voy a ofrecer? En la respuesta tendrás que desgranar todas las características de aquello que vas a vender.
- ¿Por qué es diferente al resto de productos o servicios que ya hay en el mercado? Es decir, tienes que analizar a tu futura competencia y atacar sus puntos débiles.
- ¿Quién comprará el producto o contratará el servicio? Aquí tienes que determinar cuál será tu target, es decir, tu público objetivo.
- ¿Por qué lo van a comprar o contratar? Debes detectar cuál es la necesidad en tu público objetivo que tu producto o servicio puede satisfacer.
Cuanto más precisas sean tus respuestas a estas preguntas, más sólidas serán las bases de tu futura startup. Y esto se traducirá en mayores posibilidades de ponerla en marcha, de atraer la financiación que necesitas y de alcanzar el éxito.
Definir los valores y la propuesta de valor
Hay emprendedores que confunden la propuesta de valor con la descripción del producto o servicio que ofrecen. Sin embargo, aunque ambos conceptos están relacionados, no son sinónimos.
La propuesta de valor se define como el elemento clave diferenciador que posee tu producto o servicio respecto a su competencia. Es decir, aquello que lo hace mejor y, por tanto, que va a animar al cliente a elegirlo por delante de otro.
Definir de forma precisa la propuesta de valor a la hora de crear una startup tiene muchos beneficios. En primer lugar, deja clara cuál es la función de tus productos y servicios. Asimismo, detalla cuáles son los puntos de diferenciación de tu nueva marca y te ayuda a conectar con tus clientes potenciales.
Investigar el mercado y el cliente objetivo
Ten clara una cosa: por muy bueno que sea el producto que desarrolle tu startup, no tendrá éxito si no pone el foco en el nicho de mercado correcto, es decir, si no eliges adecuadamente el segmento de público al que te vas a dirigir.
En este sentido, una acción muy útil para definir al público objetivo es crear un perfil de buyer persona, es decir, de un cliente tipo ideal. O de más de uno, según las características del producto o servicio y de su versatilidad.
Como es obvio, la determinación del target de tu startup tiene que venir precedida de un profundo análisis del mercado actual. Como dijimos antes, el foco ha de ser siempre detectar una necesidad que no ha sido satisfecha todavía. Una vez que la encuentres, te resultará mucho más fácil definir una estrategia de negocio efectiva.
Desarrollar un plan de negocio para la startup
El plan de negocio es el documento que permitirá a la startup dar sus primeros pasos en el mercado. En él evaluamos la viabilidad de la empresa y, además, nos sirve como hoja de ruta para alcanzar los objetivos del negocio. Por ello, hay que cuidar con mimo su elaboración. En este post te contamos cómo hacer un plan de negocio paso a paso.
Formar un equipo competente
Crear una startup y gestionarla durante sus primeras etapas requiere de un gran esfuerzo y de una mayor dedicación. Además, en muchos casos, el dinero tarda algún tiempo en llegar, por lo que el trabajo se debe entender como una inversión a medio y largo plazo.
Esto es algo que tal vez tengas claro. Sin embargo, es prácticamente imposible que tú solo seas capaz de montar la startup. Por este motivo, es imprescindible que te rodees de gente adecuada, es decir, de personas con tu misma visión empresarial, que sean capaces de brindarte ideas creativas y que tengan ganas de crecer y mejorar. Solo así tendrás la oportunidad de crear un equipo sólido y unido que afronte con garantías los desafíos que vendrán.
Crear el PMV (producto mínimo viable)
El producto mínimo viable (PMV) es una primera muestra del producto o servicio que vamos a ofrecer y que se puede presentar tanto a clientes potenciales como a posibles inversores.
Por ejemplo, imagina que tu startup va a crear un software innovador. En este caso, el PMV sería la primera versión estable del programa o, lo que es lo mismo, aquella que cuenta con las características y funciones básicas y que, aunque aún le reste mucho desarrollo para llegar a lo que te has propuesto, deja ver su potencial.
Además, el desarrollo del PMV tiene otras ventajas. Por ejemplo, te permitirá estimar cuánto dinero costará el desarrollo de cada unidad, cuánto tiempo requerirá y si de verdad tiene potencial para satisfacer las necesidades de tus clientes potenciales.
Definir un modelo de financiación para tu startup
Es posible que, en un primer momento, consigas salir adelante con tus ahorros y con el del resto de socios. O, incluso, con el de algún familiar que haya confiado en ti y haya decidido echarte una mano. Sin embargo, llegará un momento en el que, para seguir creciendo, vas a necesitar financiación externa.
Por suerte, hoy en día hay muchos tipos de inversores dispuestos a confiar en las empresas emergentes, sobre todo, porque saben que pueden reportar más beneficios que la mayoría de productos de inversión disponibles en el mercado actualmente. Estas son las alternativas entre las que puedes elegir.
Crowdfunding
Sin duda, una de las opciones más populares entre quienes se animan a crear una startup. En concreto, se trata de un modelo de financiación colectiva en el que cada persona aporta una pequeña cantidad de dinero a cambio de un determinado beneficio futuro.
Por ejemplo, tu startup puede iniciar una campaña de crowdfunding mediante la cual, a cambio de una determinada cantidad de dinero, ofrezca la posibilidad al inversor de ser el primero en probar su producto o servicio una vez que esté completado. En este post te contamos más sobre qué es y para qué sirve el crowdfunding.
Capital semilla
El capital semilla es otro modelo de financiación muy habitual. En este caso, lo que hace el inversor es comprar una determinada cantidad de acciones de la startup cuando esta da sus primeros pasos, es decir, en una fase muy temprana de su desarrollo.
Por tanto, quienes aportan capital semilla, no esperan recibir de vuelta su dinero ni obtener beneficios a corto plazo. Eso sí, si la startup tiene éxito y crece, será dueño de una parte de ella.
Business angel
También llamado padrino inversor o inversor de proximidad. Al igual que en el caso anterior, los business angels aportan una determinada cantidad de capital a cambio de un conjunto de acciones de la startup. Sin embargo, su función no termina ahí.
Generalmente, el business angel posee grandes conocimientos sobre la materia en la que se enfoca la empresa emergente. Esto hace que se involucre en el proyecto y que aporte su sabiduría y experiencia para lograr que alcance el éxito.
Aceleradoras de startups
En sí mismas, las aceleradoras de startups no son fuentes de financiación para las empresas, pero sí plataformas muy útiles para encontrarlas. En concreto, se trata de entidades que se dedican a acompañar a los emprendedores durante el proceso de desarrollo de su negocio emergente.
Durante el proceso, las aceleradoras de startups ayudan a estos emprendedores a capacitarse, a adquirir conocimientos técnicos y a establecer alianzas con otros negocios similares. Después, les ayudan a encontrar posibles inversores y exponerles sus iniciativas.
Venture capital
La última opción que tiene cualquier startup es recurrir a una empresa de capital riesgo o venture capital. En concreto, se trata de una plataforma en que un conjunto de inversores crea un fondo económico que, después, utiliza para financiar uno o varios proyectos emergentes.
Como su propio nombre indica, los fondos de capital riesgo suelen apostar por aquellas startups con ideas más innovadoras. Al fin y al cabo, aunque sean las más difíciles de llevar a la realidad, también son las que ofrecen un mayor margen de beneficios.
Si estás pensando en emprender, ya sabes qué pasos debes seguir para crear una startup. Pero no te olvides de dos ingredientes importantes: motivación y perseverancia. ¡Suerte!