24/06/2019
Este número es indicativo del riesgo del producto, siendo 1/6 indicativo de menor riesgo y 6/6 de mayor riesgo.
Banco Santander está adscrito al Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito. Para depósitos en dinero el importe máximo garantizado es de hasta 100.000 euros por depositante en cada entidad de crédito.
Este indicador de riesgo hace referencia a la cuenta corriente Online.
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Tu currículum vitae es tu carta de presentación para acceder al mercado laboral. Lo más probable es que en un proceso de selección un empleador reciba cientos de currículums. Por ello, si quieres que el tuyo destaque y pasar así el primer filtro para conseguir el trabajo deseado, es imprescindible que sepas cómo hacer un buen currículum.
Personaliza tu currículum
Cada currículum que envíes debe estar personalizado para el puesto de trabajo que solicites. No es lo mismo optar a un trabajo de personal en una tienda que solicitar un puesto de responsable de área en una gran compañía. Por tanto, selecciona de entre tu formación, tu experiencia y tus habilidades aquellas que se adapten al puesto solicitado, y deja fuera del currículum aquello que no tenga nada que ver. Para facilitarte este trabajo, puedes tener una plantilla base de tu C.V. y modificar apartados concretos cada vez que necesites enviar uno nuevo a una oferta diferente.
Es recomendable que comiences tu currículum con una frase objetivo que explique lo que puedes aportar al puesto si te contratan. Es hora de venderte: resume en un par de líneas quién eres, cuáles son tus puntos fuertes y cómo puedes ayudar al éxito de la empresa.
Selecciona los contenidos: qué incluir y qué no
Un buen currículum debería incluir:
- Tus datos personales: no te olvides de añadir un número de teléfono de contacto, un correo electrónico y un enlace a tu perfil profesional en LinkedIn. Si dispones de web personal con tu CV online o un portfolio con tus trabajos más destacados, inclúyelos.
- Tu experiencia laboral: ordena los trabajos que has hecho del más reciente al más antiguo, indicando el nombre del puesto y la empresa, el tiempo que has estado en cada uno y describiendo las funciones desempeñadas. Opta por la voz activa y verbos de acción, como “desempeñé tareas de…” o “dirigí un equipo de 10 personas…”, en vez de expresiones como “responsable de…”, “tareas de…”
- Tu formación: de nuevo colócala de la más reciente a la más antigua, e incluye solo aquella formación que tenga que ver con el puesto solicitado. En general no es necesario que incluyas las notas académicas, aunque puede ser interesante para determinados perfiles (como trabajos en consultorías, auditorías o grandes despachos jurídicos).
- Tus competencias y habilidades: resume tus conocimientos de idiomas (indicando el nivel y las competencias orales y escritas), herramientas informáticas y otras habilidades que sean requeridos para el puesto.
Datos como estar en posesión del permiso de conducir y disponer de vehículo propio, o si tienes disponibilidad para viajar o cambiar de residencia, puedes añadirlos a tu currículum, ya que pueden ser procedentes para el puesto solicitado. Si dispones de referencias, menciónalo también.
En cambio, no es necesario incluir tu dirección completa (con el código postal y provincia sería suficiente), ni tu DNI, estado civil o edad, aunque sí la fecha de nacimiento.
Además, hay contenidos que es mejor dejar fuera del currículum, como aquellas experiencias laborales que no tengan que ver con tu profesión actual, como haber trabajado durante los veranos de tu carrera sirviendo copas en un chiringuito de playa. La excepción es si estás empezando tu carrera profesional y careces de experiencia en tu campo; en este caso, este tipo de experiencias ayudan, ya que demuestran iniciativa y responsabilidad. Si tienes poca experiencia laboral, puedes añadir también tus experiencias de voluntariado y prácticas en empresas.
Como norma general, no deberías incluir tus hobbies en el currículum, salvo que tengan relación con la oferta. Por ejemplo, si buscas trabajo en una tienda de material deportivo y eres un apasionado del deporte y practicas varios, inclúyelo.
Sé honesto
Lo que digas en tu currículum debe ser cierto. Recuerda que el responsable de Recursos Humanos tiene múltiples formas de comprobar que la información aportada no es verdadera, empezando por preguntarte en la entrevista de trabajo o bien contactando con tus anteriores empleadores. No pongas que dominas el inglés si luego no puedes mantener una conversación en este idioma. Evidentemente siempre puedes “adornar” la información, destacando tus puntos fuertes y minimizando tus puntos débiles.
Si tienes alguna formación sin terminar y es pertinente para el puesto, ponla pero explica que te quedan asignaturas por aprobar o el trabajo fin de carrera.
Cuida el diseño
Es importante que el diseño de tu currículum sea atractivo a primer golpe de vista, de forma que al empleador le resalte de entre la pila de currículums que tiene que leerse. Para ello, se recomienda que el cv no ocupe más de una página, y que los contenidos estén bien ordenados, con los diferentes apartados claramente diferenciados.
Utiliza una fuente tipográfica común y de tamaño legible, y apóyate en iconos y otros elementos gráficos para clasificar la información. Puedes utilizar varios colores, negritas o subrayados, pero sin pasarte: elegir mal la tipografía o usar unos colores chillones pueden generar el rechazo inmediato de cualquier empleador.
Redacta tu currículum a ordenador y guárdalo en un formato fácilmente accesible, como el PDF. Y antes de enviarlo, pide a alguien de tu entorno que te lo revise para comprobar que la información está clara y que no haya faltas de ortografía.
Escoge el tipo de currículum que mejor se adapte a ti
Existen varios modelos de currículum vitae: elige aquel que potencie tus puntos positivos:
· Currículum cronológico: este es el currículum más habitual. En él la experiencia profesional se presenta en orden cronológico, del puesto más reciente al más antiguo.
Este modelo es una opción para ti si estás comenzando tu carrera profesional y cuentas con poca experiencia; has cambiado poco de empresas; has trabajado siempre en la misma área, en la que has ido promocionando de puesto en puesto, o bien has tenido una trayectoria profesional ininterrumpida, sin periodos destacados de inactividad.
· Currículum funcional: en este modelo se pone el foco en las habilidades desarrolladas a lo largo de tu carrera profesional y los logros conseguidos.
Aunque menos habitual que el currículum cronológico, esta es tu opción si has tenido periodos de desempleo o cambios frecuentes de empresa; o bien has cambiado o quieres cambiar de profesión o de sector.
· Currículum mixto o combinado: en él se expone la trayectoria profesional cronológicamente y, al mismo tiempo, se van detallando las funciones y logros vinculados a cada puesto.
Esta es la opción recomendada si cuentas con una gran experiencia laboral; no tienes grandes periodos de desempleo; o has ocupado el mismo puesto durante mucho tiempo.
En todo caso, en Internet puedes encontrar páginas web como onlinecv o modelos de curriculum en las que podrás descargarte gratis plantillas que te servirán de base para elaborar tu currículum.
Una buena Cover letter o carta de presentación, puede marcar la diferencia en un proceso de selección. A través de una cover letter puedes darte a conocer y mostrar tu potencial.
04/12/2018